La depreciación está destinada a
combatir la desaceleración. China dilapidó 300 mil millones de dólares para mantener fija
la paridad del yuan al dólar e impedir una fuga de capitales de sus reservas,
que ahora se ubican en 3.7 billones de dólares (trillones en anglosajón).
Después de su revaluación de 15 por
ciento en un año, la política depreciativa está encaminada a facilitar el
ingreso del yuan a la canasta de cuatro divisas de los derechos especiales de
giro del FMI: dólar, euro, libra esterlina y yen nipón
Pero para la India, la medida china amenaza con asfixiar a los exportadores
en el mundo, cuyas mercancías serán comparativamente más caras que los
productos chinos.