Dice el dirigente británico, Norman Baker, desbancado recientemente de su curul a manos de los conservadores, que el Reino Unido se dirige hacia una democracia de un solo partido. Dice que Cameron (el actual primer ministro) "ahogará" a sus acobardados opositores, que las esperanzas de un partido laborista feudalizado gane una próxima elección son una quimera y que además está el cambio de límites en los distritos electorales favorable al actual gobierno, conjuntamente con la llegada de una nueva falange de tories.