lunes, 23 de noviembre de 2015

EUROPA: PREOCUPADOS POR UNA INFLACIÓN "DEMASIADO BAJA"

 

Mientras en unas regiones del planeta las autoridades económicas se preocupan de que la inflación se les dispare, en otras sucede lo contrario, caso Estados  Unidos y Europa, donde, al parecer, la baja inflación perjudica el dinamismo económico.  Por ejemplo,  la tasa de inflación de la zona euro de 19 países, actualmente que es de 0.1%, caerá aún más respecto de su meta de poco menos de 2% en medio de un alto grado de debilidad económica y de la caída de los precios del petróleo.
 El  presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi ,  dice que hará todo lo  necesario   para elevar la inflación lo más rápido posible y afirma que no pasará por alto   el hecho de que la inflación está baja desde hace un tiempo.
 Menciona la agencia Bloomberg que las autoridades están evaluando la necesidad de ampliar el programa de flexibilización cuantitativa de 1,1 billón de euros (US$ 1.2 billón) que se inició en marzo o de tomar medidas como llevar la tasa para depósitos aún más abajo de cero. Otro dato importante es que  el  rendimiento de los bonos alemanes a dos años cayó a un mínimo récord de menos 0.389% y el euro sufrió una baja. La moneda única descendió 0.4%, a US$ 1,0695.

Se esperan nuevos anuncios de estímulos. Pero  si bien Draghi y el miembro del Comité Ejecutivo Peter Praet, economista jefe de la institución, han indicado que habrá más flexibilización,  esta postura tiene sus detractores.   Y allí están  gobernadores    como   Ardo Hansson de Estonia, Bostjan Jazbec de Eslovenia y Jens Weidmann de Alemania, que   no ven la necesidad de flexibilizar más la política en este momento.
Jens Weidmann dice que no  ve motivos ni para hablar mal de las perspectivas económicas y ni para pintar   panoramas sombríos,  y  que la caída de los precios del petróleo    es  un estímulo y no  necesariamente  un presagio de deflación.
Pero Praet retruca y agrega: No  tomar medidas en circunstancias de una inflación tan baja pone en peligro la credibilidad del BCE.  La caída de los precios del petróleo es cada vez más una señal de debilitamiento de la demanda.