La
caída de los precios del petróleo –dice Cnn Money- encuentra a la OPEP tan
dividida que solo en una cosa están de acuerdo: en no estar de acuerdo en nada.
La
falta de una cuota oficial no fue sino la continuación de una reunión maratónica en
Viena que dejó la producción en un
inalterable 30 millones de barriles al día.
La producción real diaria es de 31.5 millones de barriles.
La misteriosa reunión de la OPEP y las
noticias contradictorias al respecto, enviaron el precio de 42 dólares a 39.60, el más bajo desde agosto. El país líder de la OPEP, Arabia Saudita se
decidió por no responder los desesperados pedidos de Nigeria y Venezuela para
reducir la producción.
Contra
todo razonamiento lógico la OPEP se ha negado a reducir la producción de crudo.
La razón, se dice, es porque para Arabia Saudita es más importante capturar
mercados que proteger los precios.
Quien
ha reaccionado fuertemente contra la decisión de la OPEP ha sido el presidente
de Ecuador Rafael Correa, quien vaticina situaciones muy difíciles para su país
si la situación no cambia para mejor.
¿Hay
alguna razón para que la OPEP actúe tan decididamente en contra de los intereses de sus miembros? Correa cree ver en
ello intereses geopolíticos orientados a perjudicar a Irán, Rusia y Venezuela y beneficiar a Estados
Unidos en un año electoral.
Por su
parte, Venezuela ha propuesto una reducción del 5 %, o que
por consenso se retire del mercado al
menos 1,5 millones de barriles de crudo por día.
Venezuela
estima que la
excesiva oferta de los principales productores de petróleo en la organización y
el método de “fracking” utilizado por Estados Unidos han incidido en los
precios. Los voceros del gobierno
venezolano al igual que lo hace Ecuador, creen en la idea de que la crisis de los precios
petroleros son parte de una conspiración
norteamericana orientada a consolidar su
hegemonía económica en el mundo.