El controversial Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) que involucra a países que constituyen cerca del 40% de la economía mundial, fue finalmente firmado.
Para ello, en esta última fase se necesitaron cinco días de negociaciones en la ciudad estadounidense de Atlanta.
Se dice que el acuerdo puede aumentar la actividad económica mundial en US$200 mil millones anuales, aunque sus críticos afirman que en realidad el TPP tiene el sello distintivo de favorecer a las multinacionales.
Como es de público conocimiento, China está ausente del acuerdo y lo estará en el futuro mientras no acate las reglas comerciales de Washington.
Además, con el acuerdo se reducen las barreras de impuestos al comercio entre las naciones, armoniza la legislación en temas como el acceso a internet, la protección a los inversionistas, la propiedad intelectual en áreas como los farmacéuticos y la producción digital, así como normas de protección al medio ambiente.
Además de Estados Unidos y Japón el TPP lo integran Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.
Solo le falta al acuerdo la ratificación de los países firmantes. Recién ahora se conocerá el contenido real de los acuerdos.