Los aviones
no tripulados chinos están incursionando con éxito el mercado Latinoamericano. El
mayor fabricante de estos artefactos en China
es DJI, cuyas ventas de junio y julio en la región se triplicaron con respecto
al año anterior.
Los
principales clientes de DJI están en México, Brasil, Chile y Paraguay. Un dron muy
destacado es el Inspire 1, que se usará Brasil y que está dotado de cámaras
de gran alcance que puede grabar vídeos de 360 grados y que transmiten en
tiempo real a los teléfonos inteligentes y tablets. En Brasil serán empleados
para la detección de propiedades ilegales o de personas sometidas a trabajos
forzados.
También está
el caso de los drones DJI usados en Perú por funcionarios culturales y arqueólogos para
completar la topografía y la cartografía en 3D de más de 12.000 sitios de
ruinas incas.
DJI con
sede en Shenzhen, cuenta con una cuota de mercado mundial del 70 por ciento. El 80 por
ciento de los ingresos de esta empresa viene del extranjero.