La policía
china “se puso las pilas” en el tema de los teléfonos celulares falsificados.
A raíz de la incautación en EEU de estos aparatos
fabricados en China, el país asiático puso en marcha su propia
investigación y encontró lo que
era evidente. Una empresa, con sede en Beijing cuyo nombre por el
momento se desconoce, fabricó más de 4 mil
iPhones falsos por valor de unos 120 millones de yuanes (19,6 millones
de dólares).
Como consecuencia de la operación policial fue descubierta una línea de montaje y más de un millón de partes de teléfonos. Además, se
arrestaron a 9 sospechosos.
El modus operandi de la compañía china
consistía en comprar placas viejas de base de telefonía de otros países y luego contratar a cientos de trabajadores para
realizar los respectivos ensamblajes.