En The Economist
aparece un artículo bastante celebratorio sobre los problemas de
precio, que el oro tiene actualmente en
los mercados mundiales. Como se sabe, el
oro tuvo su pico más alto en el año 2011
y desde entonces no ha parado de bajar. El oro tiene algunos usos, entre ellos la electrónica, la odontología y joyería, pero para lo que principalmente sirve es para
guardarlo. Se guarda a altos costos y no sirve para nada, parece decir el
articulista.
Pero como el
dólar está fuerte, el precio del oro tiene que ajustarse a los niveles del
dólar y como la economía estadounidense presuntamente se está recuperando, más se gana con tasas de interés más altas que especulando
con el oro.
Por otro
lado la esperanza de los partidarios del oro de que China aumente de manera
significativa de su oro de reserva, parece estar siendo defraudada, aunque por
otro lado tienen una esperanza algo tenebrosa,
que es que el dinero
supuestamente artificial que los bancos
centrales están creando colapse el edificio financiero y
sea el oro quien sirva de guía única para la economía mundial.
Y además,
está allí el tema internacional. Se menciona que los acuerdos internacionales recientes
(Grecia, Irán y próximamente Siria) no ayudan al oro.