En la capital del juego Las Vegas, el conocido dicho “la casa siempre gana” está siendo sujeto de un notable revés: No porque en los juegos de azar los clientes tengan mejor fortuna que los dueños de los casinos, sino porque hay menos gente interesada en jugar. ¿Será que la gente ahora es menos tonta?
En realidad lo que sucede no es que haya menos visitantes a Las Vegas ni que la gente sea más suertuda que antes, sino que va al lugar atraída más por el glamour de los shows artísticos que a probar suerte para hacerse de más dinero.
Se da el caso que los casinos de Las Vegas perdieron $ 662 millones el año pasado, y han estado generando pérdidas durante seis años siendo el peor año el 2009, cuando la pérdida llegó a los $ 6.8 mil millones. Y esta situación se da a pesar que los casinos de Nevada recaudaron un monto de $ 24,6 mil millones en el año fiscal 2015 ($ 21 mil millones más que en el 2010).
El problema es, según el analista Mike Laston, -citado por CNNMONEY- que los visitantes ahora gastan más en restaurantes, licores y shows ostentosos como los que ofrecen Jennifer López, Britney Spears y el mago Criss Angel, mientras que el gasto en juegos de azar real está cuesta abajo, lo cual conduce a enunciar la ecuación obvia: si la gente está jugando menos, también está perdiendo menos.
Y sin embargo, no todo está perdido. Queda el consuelo de que las pérdidas de los casinos han ido reduciéndose y que para el 2016 se espera un volumen de visitas récord.
