Arabia
Saudita, debido a la baja de los precios
internacionales del petróleo, se ha
visto obligada a aplicar
medidas de austeridad al interior del país que incluyen aumentos de hasta el
80% en el precio de los carburantes y otros productos petrolíferos. O sea, que mientras en el exterior el precio
baja en el interior de Arabia Saudita el precio sube. Pero esto se da porque el país tiene un déficit presupuestario de aproximadamente en cien
mil millones de dólares mientras que sus
reservas de divisas están en 800.000
millones de dólares.
Pero no solo es Arabia Saudita quien está en
esa situación. Nigeria ya ha anunciado
que le pondrá un alto a las subvenciones mientras que Emiratos Árabes Unidos liberalizó los precios
de la gasolina y el diésel en agosto. Kuwait
retiró las subvenciones al diésel y queroseno y Bahréin anunció que hará lo mismo.
Argelia reducirá las subvenciones a todos los combustibles en un 15%.
Caso
especial es Venezuela, donde el litro de gasolina cuesta 0,015 dólares.