Surgen algunos interrogantes respecto a la construcción de la Línea 2 del Metro. El contralor sugiere –o afirma- que hubo apresuramiento al llevar a construcción el primer tramo que comprende solo 4,3 kilómetros, y que dicho apuro ha traido como consecuencia la pérdida por parte del Estado de recursos monetarios cuyo desembolso pudo haberse evitado, porque la construcción con métodos mecanizados son notoriamente inferiores a los tradicionales que se emplearon
La Contraloría argumenta que el escaso recorrido no será atractivo para los usuarios y al no serlo el Estado perderá dinero al tener que compensar a los privados por ganancias no conseguidas.
Y si como dice la Contraloría hubo apresuramiento, queda preguntarse sobre el origen de la prisa. Y allí ingresamos al mundo de las especulaciones. Están desde las más mundanas, como el beneficiar a algún constructor afín, o más elaboradas, como el que hubo presiones políticas para que las obras hayan tenido un buen avance durante el periodo gubernamental anterior.
. . .