Según informaciones procedentes de China, este país recibió
el año pasado 120 millones de dólares en
inversiones extranjeras, más que cualquier otro país, lo que indica que sigue siendo
el principal destino entre los países en desarrollo durante 23 años
consecutivos. Y en lo que respecta al presente año, durante los primeros ocho meses, la cantidad real de
la inversión extranjera llegó a los 85,3 millones de dólares, un aumento del
nueve por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
A la luz de estos datos el presidente chino Xi Jinping afirma que la política de su
país hacia las inversiones extranjeras permanecerá inalterable. No cambiará la protección hacia los derechos
legítimos de las empresas extranjeras en China ni el compromiso para otorgarles
mejores servicios.
Dice Xi
Jinping que la inversión extranjera ha dotado a China de capital, tecnologías
avanzadas, destrezas gerenciales, talentos profesionales acompañados de un
visión internacional, todos estos componentes necesarios para la promoción del
desarrollo de la economía china.
En ese sentido,
China
en los recientes años ha implementado una serie de facilidades a la inversión, “dando
un trato igual y justo para todos los actores
del mercado, incluidas las empresas con inversión extranjera en China, y la
bienvenida a todas las formas de cooperación entre las empresas transnacionales
y sus homólogos chinos".