lunes, 14 de agosto de 2017

OPINIONES 14/08/2017





  • Dejen a PPK

    Luis Davelouis

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    El poder la mentira

    Jorge Bruce

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    Fiscalía brasileña deja sin chance a la peruana para seguir mirando el techo

    Gustavo Guerra García

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    Hay polarizaciones y polarizaciones

    Carlos Monge

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    Los comisarios del pensamiento único

    Carlos Fazio

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    No cayó bien la bravuconada de Trump, ni en EEUU ni en Latinoamérica

    Álvaro Verzi Rangel

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    Publicistas del imperio

    Atilio A. Boron

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    Terrorismo pop y márketing post morten

    Maryu Alejandra

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    Un hogar de maestros sutepistas

    Arturo Rodríguez

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    Venecia se ahoga de turistas

    Julen Berrueta

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    Corea del Norte: suicidio, retórica e impotencia China

    Oswaldo de Rivero

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  • Publicistas del imperio

    Atilio A. Boron

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    Evidentemente, las crisis enseñan. Hacen caer las máscaras de quienes aparecían ante los ojos del público como “periodistas” –serios, independientes, bien informados– y los revela como lo que son: agentes de propaganda, publicistas de los grupos dominantes para quienes este es el mejor de los mundos posibles. Un mundo en donde ocho individuos tienen más riquezas que la mitad de la población mundial y el 1% más rico tiene más que el 99% restante del planeta. Para quienes están en la cima de esa pirámide pretender cambiar este mundo es una locura y una amenaza a sus intereses y privilegios. Por eso organizan una legión de publicistas disfrazados como “periodistas” o “académicos” que se encargan de engañar a la gente sea mintiendo u ocultando lo que el común de los mortales no debe jamás saber. ¿El mensaje? El mismo que propalara Margaret Thatcher: este el el mundo que hay, no hay otro, “no hay alternativas”.

    La desesperación por abortar cualquier pretensión de cambio, cualquier aspiración a construir una sociedad más justa, humana, amigable con la naturaleza es tan grande que en su edición del 8 de Agosto el periódico conservador La Nación publica las opiniones de dos de sus habituales colaboradores perpetrando sendos exabruptos que los descalifican para seguir posando como analistas políticos. Andrés Oppenheimer en la edición impresa comienza con un título que anticipa la sutileza de su escrito: “Maduro es un dictador”. Y pocas horas después, en la edición online de ese mismo diario, Loris Zanatta, un historiador italiano especializado en el estudio del nacionalismo católico y el peronismo, ganado por su ofuscación levanta la apuesta de su colega y de un plumazo Maduro ya no es un dictador sino un déspota que preside un estado totalitario.

    En épocas normales jamás me habría ocupado de personas que dicen lo que estos dos publicistas. Pero vivimos en un mundo que se acerca temerariamente a su autodestrucción, “tiempos interesantes” según la conocida maldición china que inspiró a Eric Hobsbawm, y en épocas como esta quien calla otorga. Lo que transmiten los editorialistas de La Nación no son ideas sino como dijera Octavio Paz (ese sí que era un intelectual fuera de serie, lástima que involucionó hacia la derecha) simples “ocurrencias”, casi el grado cero de la capacidad de simbolización de los humanos. A ambos los reprobaría en un examen y les exigiría que antes de presentarse nuevamente leyeran con mucho cuidado algunos de los textos clásicos en la teoría y la filosofía políticas antes de volver a hablar de dictaduras y totalitarismos. Leer a Carl Schmitt, Sheldon Wolin, Franz Neumann, Hanna Arendt, Max Weber, Barrington Moore, Giorgio Agamben, Domenico Losurdo, Perry Anderson, Juan Linz y, entre nosotros, a Gino Germani para no incurrir en papelones como los que me veo obligado a comentar.

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    Sigue en disputa

    Eduardo Aliverti

    «

    Quienes se fueron a dormir avanzada la medianoche con la certeza de que ya todo estaba dicho, debieron levantarse hoy con otra seguridad en forma de pregunta. ¿De cuánto es capaz este Gobierno en la manipulación de datos centrales?

    La cantidad de votos conseguidos por la oposición que se manifestó como tal le ganó al Gobierno. Pero el Gobierno quedó unificado en una imagen de abroquelamiento y la oposición no. Si el razonamiento es de interpretación política, Cristina llegó “hasta ahí” aunque quebrando la espuria maniobra de Cambiemos al proclamarse ganador cuando faltaba toda la carga del conurbano profundo; pero no le daría para revertir una polarización acentuada hacia octubre a menos que se produzca lo que ahora parece una fantasía: un traslado de los patéticos porcentajes de Massa/Randazzo a Unidad Ciudadana, o un agravamiento de las perspectivas económicas hasta límites no previstos en lo inmediato. Aclaración imprescindible: esta columna se escribe en medio de datos apretadísimos sobre la provincia de Buenos Aires, cuando Cristina parece ser la ganadora “moral” tras el asqueante primereo del festejo de Cambiemos.

    A mediano plazo no hay duda posible sobre la reiteración catastrófica de los efectos de un modelo basado en el endeudamiento externo, la primarización productiva, el auge del capital especulativo. Pero mientras tanto, ayer se exhibió que el fastidio de las capas medias –y de numerosos sectores populares– con los modos de la experiencia más inclusiva desde el recupero de la democracia… es todavía más fuerte que las evidencias de los recuerdos del futuro. Si eso es producto principal de lo influyente que fue y es la maquinaria mediática oficialista queda para otro momento de análisis. Sí podría señalarse que era muy pronto para que tanta gente se enojara con lo que votó hace veinte meses y que por tanto resolvió renovar el crédito, aunque sea con falta de entusiasmo e incertidumbres enormes. Tampoco hay que restarle méritos a la táctica macrista, que jugó a fondo la presencia e imagen de Vidal. La sucesora en ciernes. Esa movida de la dama, en el último tramo, con su papel de víctima solitaria contra las mafias, con su pasado que no carga la mochila de corrupción del clan macrista, da idea de haber sido influyente. Si se busca consuelo, y no está nada mal, puede encontrárselo en que Cristina conservó vitalidad ya sin aparato, con una campaña modestísima en términos de inserción en los medios, prácticamente desde un llano al que no estaba acostumbrada, con una artillería de prensa en su contra de miserabilidad cotidiana, con los gurkas de la familia judicial acosándola de todas las formas imaginables. Pero todos esos factores, que son irrebatibles, no modifican la certeza de que la correlación de fuerzas es la que es, desfavorable, sin que le importe mayormente a nadie de dónde proviene.

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    Dejen a PPK

    Luis Davelouis

    «Según Ipsos, PPK tiene 26% de aprobación y 64% de desaprobación. Sea la que fuera su estrategia, parece que no ha funcionado como lo esperaba. Al menos si nos guiamos por cómo les fue a sus tres últimos predecesores, hasta Toledo (que obtuvo 27% al cier&re de su primer año) le gana (García 51% y Humala 52%). ¿Se habrá deshecho PPK de sus “caviares”, como le aconsejaban algunos conservas naranjitos? Si fue así, parece que lo hizo demasiado tarde. ¿O será que quienes se quedaron a cargo no tienen ni calle ni olfato político? No es que los caviares puedan alardear de tenerlos, pero moderadamente los tienen y, en el peor de los casos, sus amigos sí. El ruido de Odebrecht señalando a Keiko Fujimori y al Apra como receptores de dinero para campaña le juega a

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    El poder la mentira

    Jorge Bruce

    «La revista National Geographic ha sacado un número dedicado a elucidar el porqué de las mentiras. Al igual que el dedicado al Género (ya se sabe que es una publicación de rojetes, terrucos y caviares), éste resulta apasionante. “Comparado con otros modo&s de obtener poder, mentir es muy fácil. Es mucho más fácil mentir para conseguir el dinero o la riqueza de alguien que pegarle en la cabeza o robar un banco”, afirma Sissela Bok, profesora de ética en Harvard. En un experimento realizado con niños, en el cual era preciso adivinar qué juguete se encontraba escondido bajo una tela (el experimentador salía unos momentos de la habitación y una cámara registraba los movimientos de los niños), una chica de 5 años miró y cuando volvió el experimentador lo neg

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    Fiscalía brasileña deja sin chance a la peruana para seguir mirando el techo

    Gustavo Guerra García

    «Todo indica que la fiscalía brasilera, que hoy se constituye como la vanguardia de la lucha contra la corrupción en Latinoamérica y el mundo, filtró información al diario O Globo del Brasil sobre delaciones premiadas directamente vinculadas a los financ&iamientos de campañas presidenciales en Perú. La información está basada en declaraciones de Marcelo Odebrecht en las que este señala con meridiana claridad que financiaron a todos los candidatos con opción de triunfo en el Perú, lo que incluiría a la presidenta de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. Con esta acción, dejaron sin chance a la fiscalía peruana para seguir mirando el techo y están forzando, bajo la presunción de que se podría filtrar más información, a que la fiscalía peruana resuelva todos los

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    Hay polarizaciones y polarizaciones

    Carlos Monge

    «En los meses previos a las Fiestas Patrias, el país vivió una polarización en la que el gobierno de PPK y la alianza entre el fujimorismo y el aprismo en el Congreso Nacional buscaban dilucidar “quién manda” en el país. Hoy, las huelgas de trabajadores&#públicos -especialmente la de los maestros- han sacado a la luz otra polarización, que enfrenta a sectores de la sociedad con el Estado y la clase política oficial. Frente a esta nueva polarización pasan a segundo plano las diferencias entre las diversas variantes políticas, empresariales y mediáticas de la derecha peruana. Sucede que estas huelgas ponen en evidencia que hay sectores enteros del país que no se sienten beneficiarios del modelo económico establecido por el fujimorismo y mantenido por Tole

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    Los comisarios del pensamiento único

    Carlos Fazio

    «Hoy, cuando la canalla mediática está desatada en el mundo occidental, no está de más recordar que como otros términos del discurso político, la palabra “democracia” tiene un significado técnico orwelliano cuando se usa en exaltaciones retóricas o en el& “periodismo” habitual, para referirse a los esfuerzos de Estados Unidos y de sus aliados para imponer la democracia liberal representativa a Estados considerados “forajidos” como la Venezuela actual. En ese contexto, se ha convertido en un lugar común que cuando más democracia y libertades se dice reconocer y defender, más se reprime la facultad de pensar; sobre todo, la actividad de pensar a contracorriente. Con la novedad de que en la persecución del pensamiento crítico ya no hay fronteras. Pero suce

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    No cayó bien la bravuconada de Trump, ni en EEUU ni en Latinoamérica

    Álvaro Verzi Rangel

    «El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con una intervención militar contra Venezuela en una respuesta que sorprendió a muchos, incluyendo en Washington aparentemente, al propio Pentágono, que dijo no haber recibido ninguna orden al respecto,&#y a varios países latinoamericanos que rechazaron la amenaza con el recuerdo de la invasión a Panamá en 1989 en sus retinas. "Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario", dijo a periodistas el magnate neoyorquino en su lujoso club de golf en Bedminister, Nueva Jersey, luego de reunirse con su secretario de Estado (y alto ejecutivo de la trasnacional petrolera Exxon Mobil) Rex Tillerson, la embajadora de EE UU ante la ONU, Nikki Haley, y su consejero de

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    Publicistas del imperio

    Atilio A. Boron

    «Evidentemente, las crisis enseñan. Hacen caer las máscaras de quienes aparecían ante los ojos del público como “periodistas” –serios, independientes, bien informados– y los revela como lo que son: agentes de propaganda, publicistas de los grupos dominan&tes para quienes este es el mejor de los mundos posibles. Un mundo en donde ocho individuos tienen más riquezas que la mitad de la población mundial y el 1% más rico tiene más que el 99% restante del planeta. Para quienes están en la cima de esa pirámide pretender cambiar este mundo es una locura y una amenaza a sus intereses y privilegios. Por eso organizan una legión de publicistas disfrazados como “periodistas” o “académicos” que se encargan de engañar a la gente sea mintiendo u ocultando lo que el c

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    Terrorismo pop y márketing post morten

    Maryu Alejandra

    «El concepto de libertad prefabricada aplicada a Venezuela en la actualidad ha dejado más de 100 muertos y decenas de destrozos. Jóvenes, en su mayoría de la clase media, han creído que esas acciones son verdaderamente el reflejo de cómo combatir una dic&tadura: con miles de cámaras alrededor, transmisión vía Periscope y ni un centavo que invertir, todo es ampliamente financiado en la insurrección donde se empuñan piedras, puputovs y armas de fuego. Lógicamente, como en toda guerra, hay quien gana más. ¿Quién ganó con la muerte de Neomar Lander? Es una pregunta que se responde fácilmente si uno escucha las declaraciones de Lilian Tintori en torno al caso o a su imagen, pero se responde más rápido si uno clickea en myownprotest.com, un portal donde se ve

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    Un hogar de maestros sutepistas

    Arturo Rodríguez

    «Dos hechos en mi vida fueron los que, desde temprana edad, me motivaran para abrazar la carrera de abogacía y de ella la especialidad en el derecho laboral; así en primer lugar mi procedencia de una familia donde mis tíos eran maestros afiliados al SUTE&P, en mi casa todos los días se hablaba de la situación del país, incluso se celebraban reuniones donde, con otros maestros, discutían la situación del magisterio y otras acciones propias de su sindicato. Como hoy sucede con los maestros, en aquel tiempo el sueldo de un docente era paupérrimo, recuerdo los malabares que tenía que hacer mi madre, que también es docente y exdirigente del SUTEP, para que alcance el dinero hasta fin de mes. Mi padre por su lado era dirigente sindical municipal, despedido cu

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    Venecia se ahoga de turistas

    Julen Berrueta

    «En 1912 el escritor Thomas Mann dejaba claro cómo la clase alta europea veraneaba en esta hermosa ciudad en su libro La Muerte en Venecia. Desde entonces han pasado más de cien años y la situación ha llegado a un punto insostenible. Venecia se inunda y&#no precisamente por el nivel del mar. Cuando una zona obrera se revaloriza, ya sea por estar cerca del centro o por otro motivo, los precios suben y las clases bajas no tienen más remedio que abandonar sus hogares que, a su vez, son ocupados por clases más altas. A este proceso se le llama gentrificación. En Venecia el proceso es algo diferente. No es que las rentas sean bajas y las clases altas hayan sustituido a las familias más humildes sino que son los turistas quienes les han reemplazado. Con la ap

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