A finales del 2000 y comienzos del 2010 la industria manufacturera canadiense sufrió
un duro golpe a causa de los altos
precios del petróleo y la apreciaron el
dólar canadiense haciéndola menos competitivas
Ultimamente los
acontecimientos económicos tuvieron un
curso inverso. El petróleo comenzó a bajar y el dólar
canadiense también, tanto así que el 25
de agosto último llegó a su nivel
más bajo de la década frente al dólar americano. Siendo
así las cosas, debió ser de mucha
ayuda la fortaleza de la economía de Estados Unidos, país receptor
de las tres cuartas partes de sus
exportaciones. Pero, si bien según The Economist las fábricas canadienses elevaron sus ventas 1.2% en junio, el
problema es que este incremento es un 3.1% por debajo de su nivel de hace un año. Este fracaso, se atribuye a que la debilidad de la moneda habría tenido como
efecto la contracción económica durante la primera mitad del 2015.
Aparte de los asuntos monetarios que ayudan o afectan también
se señalan otros factores. Uno de ellos que
la manufactura canadiense está enfocada principalmente a la fabricación de
componentes y no de productos finales.
Otro factor es que algunas empresas compradoras norteamericanas se han
trasladado más al sur de Estados Unidos. También se señala el alza del costo de los insumos, de la electricidad y de los salarios.
La estrategia actual de los empresarios sería la invertir en maquinaria y tecnología con el
objetivo de añadirle mayor valor agregado a sus productos y esperar que una flexibilización de las normas transnacionales los beneficie.