OPINIONES 02/01/2018
¿Gobernabilidad por indulto?
LUIS DAVELOUIS
Veamos: ¿está el país “más reconciliado” tras el indulto? No. ¿Es ahora más “gobernable” el Perú? No. ¿Se ha fortalecido el gobierno debido a la gracia concedida a Alberto Fujimori? No, de hecho, se ha debilitado. ¿Es el país más estable? No. ¿Hay menos ruido político? No. ¿Ha mejorado la credibilidad del Poder Ejecutivo o la confianza en el gobierno? No y no. ¿Se ha robustecido el Estado de derecho o la democracia o el debido proceso o la institucionalidad –todos elementos claves para el desarrollo en el largo plazo– gracias a que PPK tomó la decisión “más difícil” de su vida? No, todos ellos se han debilitado.
¿Ha mejorado la imagen internacional del Perú ahora que Fujimori se va a su casa? No, ha empeorado. ¿Se ha evitado que un ser humano –Fujimori– muera injustamente en la cárcel? No.
¿Fujimori se está muriendo? No, el que se muere es Hermoza Ríos, pero ese sigue preso porque no tiene votos para canjear. ¿Se ha fortalecido el Poder Judicial o el Ministerio Público en el marco del escándalo y las investigaciones por Lava Jato gracias al indulto/cambalache? No, todo lo contrario. ¿Hay un mejor clima de inversiones gracias a todo esto? No.
PPK no ha indultado a Fujimori por humanidad ni por principios, sino porque era lo que le convenía en ese momento. Como ha reconocido el asesor de Kenji, Jorge Morelli, la decisión de indultar a Alberto estaba tomada y solo faltaba fijar la fecha. La amenaza de vacancia la decidió.
El país no está mejor con Fujimori libre al caballazo, el Perú no está mejor con el Poder Ejecutivo repitiendo la mentira del indulto humanitario.
El Perú no está mejor con un presidente vencido, abandonado y títere del fujimorismo albertista.
https://peru21.pe/opinion/extremo-opuesto-luis-davelouis/gobernabilidad-indulto-390403
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Escalera sucia
Augusto Álvarez Rodrich.
Kenji Fujimori. Casi al final de 2017 consiguió el único objetivo que persiguió desde que llegó al Congreso, hace siete años: sacar a su padre de la cárcel. En el camino, sacó una bancada propia de tamaño incierto, que va desde los diez parlamentarios que votaron contra la vacancia de PPK en el pacto para lograr el indulto de Alberto Fujimori, pero que podría superar los veinticinco integrantes. En cualquier caso, deja al partido de Keiko Fujimori, Fuerza Popular, sin mayoría absoluta en el Congreso, poniéndola en un escenario muy distinto al que tuvo durante el primer año y medio del actual lustro político. ¿Qué quiere hacer Kenji ahora con todo eso? Sin duda, lo que diga su padre.
Alberto Fujimori. Consiguió el indulto que tanto buscó y por el que tuvo que pelear hasta con su hija, recolocándose en la primera línea de la política nacional. Es previsible que el pacto con PPK para el indulto también haya incluido la colaboración del sector parlamentario que el ex presidente controla para facilitarle la vida al gobierno, lo cual implicará una negociación con su hija buscando reunificar al fujimorismo a partir de un cambio de línea agresiva de FP.
Keiko Fujimori. Gran perdedora del año por demostrar incapacidad para conducir su partido FP más allá del uso prepotente de la fuerza bruta pero carente de un sentido estratégico. Además de quedar como la hija que no quería el indulto del padre, su partido se quebró por su falta de liderazgo para vincularse con los parlamentarios menos reconocidos, y por confiar solo en los congresistas de la élite de la ‘mototaxi’, quienes hicieron el papelón del año al enfrentarse a Alberto Fujimori para, una vez indultado, sacar la franela sin vergüenza. Mención especial merecen Héctor Becerril y Daniel Salaverry. Pero también es una bancada muy mediocre, para lo cual podría revisar el desempeño parlamentario de gente como Karina Beteta o del ‘topo’ de FP Yeni Vilcatoma, quien en la sesión de vacancia produjo vergüenza ajena. Ahora, Keiko Fujimori debe elegir entre pactar con su padre o enfrentarse a él, pero con una bancada sensiblemente menor.
Pedro Pablo Kuczynski. Aplicó el indulto del que habló tantas veces, pero con tal impericia que fue indiscutible que no era por razones humanitarias sino por un pacto para evitar la vacancia, lo cual le resta legitimidad. Seguramente se va a sentir aliviado por gobernar con el respaldo del fujimorismo al que apoyó en la segunda vuelta 2011, pero debe incomodarle el recuerdo de todos los amigos que perdió en el camino.
http://larepublica.pe/politica/1165338-escalera-sucia
La que no quiere a su may
Nelson Manrique
El intento de vacancia de Pedro Pablo Kuczynski y el indulto a Alberto Fujimori inaugura una segunda fase del gobierno de PPK que será determinada por la lucha por la hegemonía entre las facciones del fujimorismo dirigidas por Keiko Fujimori y su padre. En este nuevo escenario PPK es apenas un arma arrojadiza, eventualmente utilizable por los contendientes en su enfrentamiento.
Sobre la naturaleza de la crisis la explicación fácil es que PPK fue puesto en evidencia como corrupto y una organización de izquierda, el Frente Amplio, presentó una moción para vacarlo, y apristas y fujimoristas se plegaron al proceso moralizador entregándole las firmas para que la moción fuera admitida a debate en el parlamento. ¿Qué objetivos buscaban quienes promovían la vacancia, y qué posibilidades tenían de conseguirlos?
No está claro el objetivo del Frente Amplio. Si quería castigar la corrupción, tan corruptos o más que PPK son los apristas y los fujimoristas con que se alió para la vacancia, y canjear unos corruptos por otros no es precisamente un avance. Aún más raro es que los aprofujimoristas se prestaran a promover una acción moralizadora. Algunos frenteamplistas han insinuado que el objetivo era provocar la caída del gobierno y la convocatoria a nuevas elecciones generales, que representarían un avance para la izquierda. Si era ese el objetivo, tampoco parece bien encaminado. Según la encuesta de Ipsos del 17 de diciembre, tres días antes del intento de vacancia, la intención de voto de Keiko ascendía a 27%, Verónica Mendoza tenía 9% y Marco Arana se encontraba subsumido en el 3% de la categoría “Otros”. Este no parece pues un auspicioso panorama electoral, salvo que se buscara lograr una elección excluyendo a Verónika Mendoza. Pero el riesgo de terminar entregando el poder absoluto al fujimorismo era muy elevado.
La lucha contra la corrupción como objetivo de los aprofujimoristas es simplemente risible, dado los prontuarios que éstos exhiben. Más verosímilmente, el intento de golpe fue precipitado cuando se supo que PPK preparaba el indulto para Alberto Fujimori desde el día 11 de diciembre, y Keiko tenía razones para verlo como una amenaza a sus intereses.
Según un testigo presencial, ya el 2014 Keiko bloqueó deliberadamente el indulto que Ollanta Humala ofrecía a su padre, con el argumento de que podía complicar su chance presidencial para el 2016. El sabotaje continuó bajo el gobierno de PPK. De allí la exigencia de Kenji-Alberto, de que, como condición para la reconciliación entre los fujimoristas, se reestructure el partido y Keiko les entregue la cabeza de Pier Figari y Ana Vega, sus principales asesores, a quienes acusan de conspirar permanentemente contra la libertad de Fujimori. Alejandro Aguinaga los trata de “dos tumores”. El otro hecho que precipitó el intento de golpe fue la inminencia de la llegada a Lima del testimonio de Marcelo Odebrecht, que, si se aplicaran los mismos criterios que se utilizó con Ollanta Humala y Nadine Heredia, podría provocar una orden de prisión preventiva contra Alan García y Keiko Fujimori.
Keiko quería tener el control del indulto, otorgándoselo ella a su padre luego de la caída de PPK, ya sea imponiéndoselo a Vizcarra o Mercedes Aráoz, o, si ambos renunciaban a suceder a PPK, a través de Luis Galarreta. Así, antes de liberarlo, Keiko podría imponer sus condiciones, definiendo los límites de la vida pública de su papá, eliminándolo como un obstáculo y hasta utilizándolo para afirmar su liderazgo. Que PPK lo haya indultado es para ella una muy mala noticia. ¿Es capaz una hija de actuar así? Cuando Alberto Fujimori repudió a Susana Higuchi, Keiko, con sus escasos 19 años, se apropió de inmediato del puesto de primera dama de su madre (“¡Keiko es el diablo!”, dijo doña Susana). Parafraseando a Celia Cruz: “¡La que no quiere a su may, tampoco quiere a su pay!”.
¿Habría sido mejor vacar a Kuczynski? Esa opción suponía avalar un golpe de palacio (legislativo), que negaba al acusado derechos básicos: presunción de inocencia y derecho de poder defenderse en plazos y en condiciones razonables. Petardear el orden constitucional cuando varios corruptos han sido puestos en prisión, otros están perseguidos y se entra en la fase crítica del caso Odebrecht favorece a los corruptos. ¿Qué ganarían los fujimoristas cambiando a PPK por Vizcarra o Aráoz? ¿Sería acaso su intención dejarles realizar un buen gobierno hasta el 2021?
En momentos de crisis se acelera radicalmente el tiempo histórico. La maduración de la conciencia antifujimorista de los jóvenes ha avanzado en estos días lo que en tiempos “normales” tomaría muchos años. De una lucha palaciega por la vacancia en la escena política se ha pasado a una lucha en las calles que no se detendrá en el indulto. Sólo hay razones para el pesimismo cuando la mirada se limita a la escena política y se pierde de vista la escena social.
http://larepublica.pe/politica/1165336-la-que-no-quiere-a-su-may
Tu muerto es mi progreso
Rocío Silva Santisteban
Una caricatura de Elofonte muestra a un grupo de peruanos, pobres, en una esquina gris esperando a dos personajes, Mercedes Aráoz y PPK, que llegan diciendo: “Tranquilidad a las víctimas, aquí traemos la solución a su dolor” mientras tiran billetes verdes al suelo. Es una interpretación de lo que Aráoz dijo la noche del 29 de diciembre: “Con todo respeto, hay que comenzar a conversar, a recuperarnos y a olvidar”. Un día antes ofreció 33 millones de soles para el Plan de Reparaciones como parte de sus medidas de control de daños luego del indulto.
Esas palabras son altamente ofensivas. ¿Una madre puede olvidar a su hijo asesinado en los sótanos del Servicio de Inteligencia porque recibe dinero del Estado? Quienes se encuentran en las altas esferas del poder han cortado todo vínculo con la realidad de miles de peruanos y peruanas, que no mendigan dinero del Estado sino que exigen justicia. La dignidad no es una mercancía. No he visto ni a un solo empresario o representante de la CONFIEP o de la Sociedad Peruana de Minería indignado saliendo a reclamar contra la impunidad de los perpetrados de violaciones de derechos humanos. ¿Les importan los cuerpos marrones calcinados en un horno de San Borja o quemados con querosene en un descampado de Cieneguilla?, ¿o son cuerpos que no importan?
En el Perú, como lo he mencionado miles de veces, hay personas que importan y otras que no importan. La nación que a comienzos del siglo XIX se consolidó sobre un grupo excluido, los indios, hoy sigue siendo detentada por los dueños del Perú, blancos o mestizos o criollos que juegan desde su tecnocracia centralizada en Lima. Como bien ha dicho Alberto Vergara: “Aquí en San Isidro eso que la Corte Suprema califica como asesinatos y robos, le llamamos excesos y errores...” para enjugar lo único que les importa: la gobernabilidad para hacer negocio o para hacer crecer el PBI.
Pero la indignación de las víctimas y de sus familiares, crece y se esparce entre los jóvenes, los universitarios, los escritores, los historiadores, los teatreros, los obreros de TopiTop, los activistas de El Ágora, las jóvenes feministas, los integrantes de las zonas y un largo etcétera. Y en las marchas o durante las asambleas se están discutiendo un tema fundamental que nos ha hartado: la opción por el mal menor. Ese voto a PPK ha colmado la paciencia política. La traición fue la gota que derramó el vaso. De aquí en adelante hay que radicalizar la democracia, esto es, hacerla más democrática priorizando la lucha por la desigualdad y la formación de una ética política. Eso nos enseñan los familiares y las víctimas cada día y lo coreamos en las marchas: “Siempre de pie/ nunca de rodillas”.
http://larepublica.pe/politica/1165337-tu-muerto-es-mi-progreso
Peruanos de lujo
Mávila Huertas
Empezamos 2018 con más preguntas que certezas. Eso sí, con varias lecciones aprendidas...
¿Podrá el Presidente gobernar luego del indulto otorgado a Alberto Fujimori cuando desde varios frentes le enrostrarán permanentemente la negociación con el kenjismo para salvar “su honor” y su sillón en Palacio de Gobierno? ¿Conseguirá conformar un Gabinete de ancha base a la altura de la crisis? ¿De dónde provendrán esos nuevos ministros? ¿Alguno será de Fuerza Popular? ¿Con quién firmará el pacto por la gobernabilidad? ¿Con Keiko, con Kenji o con Alberto? ¿Podrá protegerse de él mismo? Sin norte a la vista pese al incremento de su popularidad en diciembre. ¿Habrá comprendido que antes de hacer ejercicio es bueno calentar y preparar los músculos? ¿Que el silencio no paga y que la verdad es una y no un machote de justificaciones dichas a destiempo? Y eso empieza por su propio equipo de trabajo, incluyendo a su debilitada bancada.
En cuanto a la oposición... ¿Podrá el patriarca Fujimori garantizar la unidad de sus huestes hoy partidas en dos? ¿Comprenderá Keiko que ha perdido respaldo popular y que ya no puede ni debe seguir en modo holograma de Facebook?
¿Qué otra jugada nos tiene preparada Kenji?
¿Y cuál será el papel de las izquierdas? ¿Del Apra, AP y APP?
2018 será el año de la recomposición del tablero político con las declaraciones de Barata y más revelaciones de Lava Jato como telón de fondo. Será un año propicio para que la administración de justicia, a través de la Fiscalía y el Poder Judicial, nos devuelvan la confianza en las instituciones democráticas. Ejecutivo y Parlamento están en deuda. Ninguno dio la talla en 2017.
Por todo esto, será mejor mirarnos en el espejo de Evangelina Chamorro y de las mujeres que alzaron la voz en contra de sus agresores. O del implacable juez Concepción Carhuancho. O de Paolo Guerrero, que apostó por ir hasta el final para limpiar su nombre. Observémonos en las pupilas de los verdaderos peruanos de lujo, que sí los hay.
http://larepublica.pe/la-contra/1165406-peruanos-de-lujo
Indulto, un error ético y pragmático
Juan Carlos Tafur
Ha sido una pésima jugada política de PPK procesar el indulto a Alberto Fujimori de la manera como lo ha hecho. La última encuesta de Ipsos revela que el porcentaje de aprobación al indulto es de 56%, varios puntos menos de los que hace unas semanas lo aprobaban (65%).
Y PPK crece en las encuestas, pero en un porcentaje poco significativo (va de 18% a 25%), crecimiento inferior al que obtuvo, por ejemplo, cuando enfrentó los desastres naturales. Un número menor de las personas que está de acuerdo con el indulto se anima a extenderle aprobación al mandatario.
La vulgar dación del indulto humanitario a cambio de los votos que le permitieron salir bien librado del proceso de su vacancia pesa en contra, sin duda, de una mejor performance en las encuestas. La ciudadanía percibe con claridad que se ha tratado de un rupestre canje de votos por una mercancía política.
PPK ni siquiera tiene la certeza de haber logrado un statu quo político que le asegure la paz de acá al 2021. Keiko Fujimori hasta el momento no revela indicios que permitan suponer que se vaya a allanar a un acuerdo de cogobierno, inducida por el indulto a su padre o por reconvenciones de este.
Si Keiko Fujimori acepta el envite, sacrifica una buena cuota de posibilidades hacia el 2021. ¿Por qué lo haría? Es bastante improbable. Ni siquiera un escenario en el que Kenji Fujimori abdique de sus pretensiones electorales en favor de su hermana permite entrever que la candidatura de Keiko saldría fortalecida si se suma a la “reconciliación” planteada tan precariamente por el gobierno.
PPK se equivocó brutalmente al creer que el indulto a Alberto Fujimori le daba la llave de la gobernabilidad que tanto anhelaba desde que asumió el poder y que le era esquiva, más que por las condiciones estructurales, por su propia medianía para afrontar las tareas palaciegas.
Podría darse perfectamente un escenario en el cual solo los fujimoristas allegados a Kenji Fujimori celebren lo ocurrido. Ni la bancada de Fuerza Popular, ni la del Apra (ya Alan habló de un “pacto infame”), ni la de Alianza para el Progreso (que ha tomado frontal distancia), ni las izquierdas del Frente Amplio o Nuevo Perú, tampoco Acción Popular (Alfredo Barnechea también ha cuestionado el indulto) ni los propios disidentes de Peruanos por el Kambio.
Si a los 15 que le quedan a PPK se le suman 10 (o 20) de Kenji, más algunos independientes, no alcanza para evitar que eventualmente una nueva solicitud de vacancia prospere. Si, como resulta evidente, el terror de PPK a ser procesado por el Caso Lava Jato es lo que lo ha empujado a este pacto apoyo-indulto, puede ocurrir que ni siquiera ese desenlace esté descartado.
Por lo que se ve, en mucho mejor pie quedaba PPK si fortalecía la coalición que lo salvó de la vacancia y que antaño fue la que le dio el triunfo electoral. Ya no hablemos de la mínima ética política que suponía apoyarse en ella. Por razones pragmáticas era también su mejor opción.
La del estribo: de los 42 acusados por el Caso ‘Fifagate’, 12 no han sido extraditados, 30 sí; de ellos, 27 se han declarado culpables y tres fueron a juicio. Dos han sido sentenciados y solo hay uno no culpable, y es Manuel Burga. Ojalá lo reconozcan quienes le echaron encima toneladas de infamia.
https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/indulto-error-etico-pragmatico-noticia-485684
Economía política: temporada 2018
Elmer Cuba
El 2017 terminó con una severa crisis política. El presidente de la República fue cuestionado sobre su moralidad en el ejercicio de la función pública. Solo 19 de 129 congresistas presentes en la sala el día en que se debatió la moción votaron en contra de un pedido de vacancia por “incapacidad moral permanente”. El resto o cree que Pedro Pablo Kuczynski debía haber sido vacado (79) o –a juzgar por sus exposiciones– que la pena era muy grande para tales faltas o no había convicción sobre las mismas (21). Sin embargo, en la práctica, muchos de estos votos habrían sido por un canje de favores o (in)definidos por el eslogan “ni al golpismo ni al lobbismo”.
Hace dos semanas, según una encuesta publicada por GFK, un 53% de la población pensaba que PPK debía ser vacado, mientras que un 70% de la población enterada del problema (otro 70%) pensaba que hubo algo ilegal. Con el indulto al ex presidente Alberto Fujimori, PPK perdería el apoyo de un sector que aprobaba su gestión y tal vez gane por un tiempo otros segmentos.
Con esa realidad en el Legislativo y en la calle, el Ejecutivo tendrá que recomponerse e intentar ganar más soporte en la población. Además, hubo varias disidencias en el seno del Gobierno. Otro motivo para hacer reajustes. El principal partido de oposición también ha sufrido algunas bajas, lo que podría tener también efectos políticos importantes.
Luego de este episodio de alta intensidad política, los mercados financieros han vuelto en general a su situación previa. El dólar, las cotizaciones bursátiles, el riesgo-país y las tasas interbancarias así lo muestran.
En la medida en que el Gobierno pueda manejar el rechazo en las calles, por el lado real de la economía tampoco se esperan grandes alteraciones. La inversión pública seguiría a un buen ritmo durante el primer trimestre del 2018 y la inversión privada no llegaría a mostrar ningún hiato en este mismo período.
En el corto plazo, en el ciclo económico, la economía y la política parecen ir por cuerdas separadas. Basta ver el comportamiento de las series de aprobación presidencial y las de expectativas económicas. Unas reflejan lo que piensa el público sobre el desempeño del Gobierno y otras lo que piensan los gerentes y empresarios sobre la marcha de la economía.
Sin embargo, en el largo plazo, la política económica es parte del proceso político más amplio. En general, sistemas políticos que no funcionan bien no producen buenas políticas económicas. Para ponerlo en términos de economía política, instituciones políticas extractivas no producen instituciones económicas inclusivas. Es decir, mientras el sistema político no ponga al ciudadano en el centro de sus preocupaciones, no habrá buenas políticas de crecimiento económico, ni de educación, ni de salud.
El Gobierno no ha llegado a poner en la mesa grandes iniciativas de política económica en el primer año y medio de gestión. Y tuvo las facultades para hacerlo. Comenzó muy timorato, sin grandes ambiciones, como si faltase solo un año de gobierno.
Ahora que no se espera mucho tiene la oportunidad de mejorar. El Congreso debe acompañar estas iniciativas apenas se reacomoden las fuerzas en su interior y en el propio Ejecutivo.
No se puede esperar más. La economía peruana ha perdido el paso. Desde el 2014, el crecimiento económico se ha estabilizado a una tasa ligeramente inferior al crecimiento mundial. Con ello, el sueño del desarrollo económico se aleja.
Para comenzar, debemos enfrentar el problema laboral, partiendo por lo más fácil, igualando el terreno para contratos a tiempo indeterminado y los temporales. El fallo del Tribunal Constitucional en el 2001 –que dispuso la reposición como remedio alternativo a la indemnización ante un despido arbitrario– ha generado una distorsión importante que ha perjudicado la creación de empleo formal de mayor calidad. Ha perjudicado a centenas de miles de trabajadores y hasta ha debilitado al propio movimiento sindical.
Lo realmente difícil es aumentar la productividad empresarial y laboral de las pequeñas y microempresas, que son la fuente principal de la informalidad empresarial y laboral.
También debemos aumentar la recaudación tributaria, a través de cambios en la política tributaria y una lucha contra la evasión. En caso contrario, la economía se encamina a un ajuste fiscal en la segunda parte del gobierno y ni pen
https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/economia-politica-temporada-2018-elmer-cuba-noticia-485680
La política en el 2018
Pedro Tenorio
El 2017 comenzó como el año de la consolidación para Pedro Pablo Kuczynski, pero terminó como el de la incertidumbre. Este 2018 continúa en la misma incertidumbre y nadie sabe cómo diablos terminará todo: un rápido sondeo entre políticos de diversas tiendas revela que ninguno –fuera de su partido– apuesta a favor de la continuidad de PPK hasta el 2021. Incluso si lo consigue de aquí a fin de año, juzgan que sería un milagro (¡otro más!) de su presidencia. Por eso analizamos al vuelo cómo se presenta la situación para los principales líderes políticos.
Keiko Fujimori.- En cura de silencio político desde que indultaron a su padre. Demuestra que ni siquiera fue capaz de formular escenarios de acción ante la posibilidad (cantadísima) de que aquello se diera y de lo que debía hacer para no perder su posicionamiento. Su aprobación ha caído y le costará remontar. ¿Habrá amiste con Alberto y Kenji para unificar al fujimorismo? Tener que compartir el poder y dar cuenta de sus actos y decisiones la paraliza. Sin embargo, deberá decidir pronto: las elecciones regionales y municipales de octubre serán otra prueba de fuego para su liderazgo. ¿Y el papel de su mayoría en el Congreso?
Alberto y Kenji Fujimori.- Los verdaderos Batman y Robin del indulto. Quieren la paz con Keiko, pero exigen purgar a sus enemigos más encarnizados en el cogollo que rodea, asesora y sobre todo adula a Keiko. Una lista que va más allá de Ana Herz de Vega y Pier Figari, lo que implica ceder poder. Un fujimorismo dividido siempre será una mala opción para Keiko y la dupla basa su poder en ello. ¿Quebrarán aun más la “bankada”?
PPK.- Desperdició el relanzamiento de su gobierno tras El Niño costero y la caída del Gabinete Zavala. ¿Qué garantiza que su “Gabinete de reconciliación” le dé estabilidad y proyección a su administración? Difícil creerlo: PPK es el principal artífice de sus crisis y solo el interés coyuntural de otros actores políticos le dará cierta estabilidad mientras las investigaciones del Lava Jato a la peruana avancen y afecten, además de a él mismo, a otras importantes figuras. Un presidente que depende de otros para gobernar es un pésimo escenario, y es lo que hay.
César Acuña.- Preparando a su partido APP para dar una durísima batalla al fujimorismo en los comicios de octubre, sobre todo en la costa norte y centro del país donde espera avanzar de cara a suceder a Kuczynski. Se enfrentó al Apra y a su maquinaria, y prevaleció. “¿Por qué no debería ocurrir lo mismo ante los naranjas?”, calcula. Hay recursos económicos y ganas para insistir en la brega.
La política suele ser tirana, pero más el espacio de esta columna. Seguiremos en próximas entregas. ¡Muy feliz año!
https://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/politica-2018-agarrense-pedro-tenorio-noticia-485677
33 TESIS PARA UNA REFORMA DE LA DISCIPLINA DE LA ECONOMÍA
Rethinking Economics
Nos preocupa que la economía esté haciendo mucho menos de lo que podría para proporcionar intuiciones que ayuden a resolver estos problemas. Esto sucede por tres razones:
Primero, en el seno de la economía se ha desarrollado un insano monopolio intelectual. La perspectiva neoclásica domina de modo abrumador la enseñanza, la investigación, la asesoría política y el debate público. Muchas otras perspectivas que podrían proporcionar intuiciones valiosas se marginan y excluyen. Y esto no tiene que ver con que una teoría sea mejor que otra sino con la noción de que el progreso científico sólo avanza por medio del debate. En el seno de la economía, este debate ha fenecido.
Segundo, aunque la economía neoclásica haya realizado una aportación histórica y todavía resulte útil, hay enormes posibilidades de mejora, debate y aprendizaje de otras disciplinas y perspectivas.
Tercero, la corriente principal de la economía parece haberse vuelto incapaz de autocorregirse, desarrollándose más como fe que como ciencia. Con excesiva frecuencia, cuando las teorías y la evidencia llegan a entrar en conflicto, son las teorías las que se han mantenido y la evidencia la que se ha descartado.
Proponemos estas Tesis como desafío al insano monopolio intelectual de la corriente principal de la economía. Son ejemplos éstos de las fallas en las teorías de la corriente principal, de las intuiciones que tienen que ofrecer las perspectivas alternativas y de las formas en que un enfoque más pluralista puede ayudar a la economía a hacerse más eficaz y democrática. Es una afirmación de que es posible una economía mejor y una invitación al debate.
FINALIDAD DE LA ECONOMÍA
1. La finalidad de la economía la ha de decidir la sociedad. Ninguna meta económica puede separarse de la política. Los indicadores de éxito representan elecciones políticas.
2. La distribución de la riqueza y la renta son fundamentales para la realidad económica y así deberían serlo en la teoría económica.
3. La economía no está exenta de valores y los economistas deberían mostrarse transparentes acerca de los juicios de valor que hacen. Esto se aplica especialmente a esos juicios de valor que pueden no ser visibles para un ojo inexpero.
4. La política no ‘nivela’ el campo de juego, pero lo inclina en una dirección. Nos hace falta una discusión más explícita de qué género de economía queremos y de cómo alcanzarla.
EL MUNDO NATURAL
5. La naturaleza de la economía es que se trata de un subconjunto de la naturaleza, y de las sociedades en cuyo seno surge. No existe como entidad independiente. Las instituciones sociales y los sistemas ecológicos son, por tanto, centrales y no externos a su funcionamiento.
6. La economía no puede sobrevivir o prosperar sin insumos del mundo natural. O sin los muchos sistemas de soporte vital que proporciona la naturaleza. Depende de un flujo continuo de energía y material y actúa en el seno de una biosfera de delicado equilibrio. Una teoría económica que trate el mundo natural como algo externo a su modelo no puede comprender plenamente de qué modo la degradación del mundo natural puede dañar sus propias perspectivas.
7. La economía debe reconocer que la disponibilidad de la energía y recursos no renovables no es infinita, y el uso de estas reservas para acceder a la energía que contienen altera los equilibrios de energía agregada del planeta, ocasionando consecuencias tales como los trastornos climáticos.
8. No se puede ignorar la retroalimentación entre la economía y la ecología. Ignorarla hasta la fecha ha conducido a una economía global que opera ya fuera de los umbrales de viabilidad de la ecología que la alberga, pero requiere mayor crecimiento para funcionar. Pero la economía ha de anclarse en las constricciones objetivas de la ecología del planeta.
INSTITUCIONES Y MERCADOS
9. Todos los mercados están creados y configurados por las leyes, las costumbres y las culturas y se ven influidos por lo que hacen y por lo que no hacen los gobiernos.
10. Los mercados son resultado de las interacciones entre diferentes tipos de organismos públicos y privados (además de las del sector voluntario y la sociedad civil). Habría que dedicarle más estudio al modo en que se organizan en realidad estos organismos y a la manera en que funcionan y podrían funcionar las interrelaciomes entre ellas.
11. Los mercados son también más complejos y menos previsibles de lo que puede implicarse de las simples relaciones de oferta y demanda. La economía necesita una comprensión más profunda de cómo se comportan los mercados, y podría aprender de la ciencia de sistemas complejos, tal como se emplea en la física, la biología y la informática.
12. Las instituciones dan forma a los mercados e influyen en el comportamiento de los agentes económicos. La economía debe considerar por tanto las instituciones como parte central de su modelo.
13. Puesto que diferentes economías tienen diferentes instituciones, una política que funciona bien en una economía puede funcionar mal en otra. Por esta razón, entre muchas otras, resulta improbable que sea de ayuda proponer un conjunto universalmente aplicable de medidas políticas económicas que se base únicamente en la teoría económica abstracta.
TRABAJO Y CAPITAL
14. Se puede mostrar que salarios, beneficios y retornos sobre activos dependen de un amplio abanico de factores, entre ellos el poder relativo de trabajadores, empresas y propietarios de activos, y no simplemente en su aportación relativa a la producción. La economía necesita una comprensión más amplia de estos factores con el fin de informar mejor sobre aquellas elecciones que afectan a la porción de renta recibida por los distintos grupos de la sociedad.
NATURALEZA DE LA TOMA DE DECISIONES
15. Error, sesgo, reconocimiento de patrones, aprendizaje, interacción social y contexto son todos influencias importantes sobre el comportamiento que no están reconocidas en la teoría económica. La corriente principal de la economía necesita, así pues, una comprensión más amplia del comportamiento humano y puede aprender de la sociología, psicología, filosofía y otras escuelas de pensamiento.
16. La gente no es perfecta y no es posible la toma de decisiones económicas ‘perfectamente racionales’. Toda decisión económica que tenga algo que ver con el futuro implica algún grado de incertidumbre no cuantificable y requiere, por tanto, tener juicio. La corriente principal de la teoría económica y la práctica han de reconocer el papel de la incertidumbre.
DESIGUALDAD
17. En una economía de mercado, la gente que dispone de las mismas capacidades, preferencias y dotes no tiende a acabar con el mismo nivel de riqueza, sujeta sólo a una variación aleatoria. Los efectos de pequeñas diferencias en la suerte o las circunstancias pueden llevar aparejados resultados enormemente diferentes para gente semejante.
18. Los mercados muestran a menudo una tendencia a una desigualdad creciente. A su vez, las sociedades desiguales se desempeñan peor en toda una serie de indicadores de bienestar social. La corriente principal de la teoría económica podría hacer mucho más por comprender de qué modo y por qué sucede esto, y de qué forma puede evitarse.
19. La proposición según la cual a medida que un país se hace más rico, la desigualdad debe inevitablemente aumentar antes de que caiga, se ha demostrado falsa. Cualquier combinación de crecimiento del PIB y desigualdad es posible.
CRECIMIENTO DEL PIB, INNOVACIÓN Y DEUDA
20. El crecimiento es una opción política, tanto como económica. Si elegimos perseguir el ‘crecimiento’, entonces las preguntas – ‘¿crecimiento de qué, por qué, para quién, durante cuánto tiempo y cuánto es suficiente?’ – deben responderse de modo explícito o implícito.
21. La innovación no es externa a la economía, es parte inherente de la actividad económica. Nuestra comprensión del crecimiento del PIB puede mejorar si contemplamos la innovación como algo que sucede en un ecosistema en desequilibrio en constante evolución, configurado por el diseño de los mercados y por las interacciones entre todos los agentes en su seno.
22. La innovación tiene a la vez un ritmo y un rumbo. El debate sobre el ‘rumbo’ de la innovación requiere comprender la ‘finalidad’ del diseño de políticas.
23. La deuda privada también influye profundamente en el ritmo con que crece la economía, y sin embargo queda excluida de la teoría económica. La creación de deuda se suma a la demanda financiada por el crédito, y afecta tanto a los mercados de bienes como al de activos. No se pueden separar las finanzas y la economía.
DINERO, BANCOS Y CRISIS
24. La mayoría de la nueva moneda que circula en la economía la crean los bancos comerciales cada vez que realizan un nuevo préstamo.
25. La forma en que se crea el dinero afecta a la distribución de la riqueza en el seno de la sociedad. Por consiguiente, el método de creación del dinero debería entenderse como una cuestión política, no simplemente técnica.
26. Puesto que los bancos crean dinero y deuda, son agentes importantes en la economía. Y se les debería incluir en los modelos macroeconómicos. Los modelos económicos que no incluyen a los bancos no podrán predecir las crisis bancarias.
27. La economía necesita una comprensión mejor de cómo se pueden crear internamente la inestabilidad y las crisis en el seno de los mercados, en lugar de tratarlas como ‘shocks’ que afectan a los mercados desde fuera.
28. La financiarización tiene dos dimensiones: las finanzas cortoplacistas y especulativas, y la economía real financiarizada. Los dos problemas han de estudiarse conjuntamente.
ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA
29. Una buena formación en economía tiene que ofrecer una pluralidad de enfoques teóricos a sus estudiantes. Ello debería incluir no sólo la historia y filosofía del pensamiento económico sino también un amplio abanico de perspectivas actuales, tales como las institucionales, austriacas, marxistas, postkeynesianas, feministas, ecologistas, y de la complejidad.
30. La economía misma no debería ser un monopolio. Los cursos interdisciplinarios son claves para comprender las realidades económicas de las crisis financieras, la pobreza y el cambio climático. La política, la sociología, la psicología y las ciencias ambientales deben integrarse, por tanto, en el programa académico, sin que se las trate como adiciones inferiores a la teoría económica existente.
31. No debería enseñarse economía como un estudio neutral en valores de modelos e individuos. Los economistas tienen que estar versados en ética y política, así como ser capaces de involucrarse de modo significativo con la opinión pública.
32. Concentrarse abrumadoramente en la estadística y los modelos cuantitativos puede acabar cegando a los economistas frente a otras formas de pensar. Habría que apoyar a los estudiantes para explorar otros enfoques metodológicos, entre ellos la investigación cualitativa, la entrevista, el trabajo de campo y la argumentación teórica.
33. Por encima de todo, la economía ha de hacer más por alentar el pensamiento crítico y no premiar simplemente la memorización de teorías y la aplicación práctica de modelos. Hay que animar a los estudiantes a comparar, contrastar y combinar teorías, y a aplicarlas críticamente a estudios en profundidad del mundo real.
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